Mantenimiento periodontal: ¿qué es y por qué es importante?

Mantenimiento periodontal: ¿qué es y por qué es importante?

Mantener una sonrisa sana va más allá del cepillado diario y el uso del hilo dental. La salud de las encías, muchas veces descuidada, juega un papel fundamental en la estabilidad de los dientes y en el bienestar general del cuerpo. Aquí es donde entra en juego el mantenimiento periodontal, una parte esencial del cuidado bucal, especialmente en pacientes con antecedentes de enfermedad periodontal.

Los mantenimientos periódicos no solo ayudan a conservar los resultados de tratamientos previos, sino que también actúan como una herramienta preventiva clave para evitar complicaciones graves como la pérdida dental. 

En este artículo te explicamos con detalle qué es el mantenimiento periodontal, por qué es importante y cada cuánto tiempo se debe realizar.

¿Qué es el mantenimiento periodontal?

El mantenimiento periodontal es una serie de visitas programadas al periodoncista o dentista tras haber sido diagnosticado y tratado por una enfermedad periodontal, como la gingivitis o la periodontitis. Estas sesiones incluyen limpiezas profundas, revisión de encías y control de factores de riesgo para prevenir la reaparición o progresión de la enfermedad.

A diferencia de una limpieza dental convencional, el mantenimiento periodontal se enfoca en áreas más profundas y comprometidas, donde la placa bacteriana y el sarro pueden acumularse incluso con una buena higiene diaria. Su objetivo es preservar la salud de los tejidos que soportan los dientes y evitar recaídas.

Por qué es importante realizar un tratamiento periodontal de mantenimiento

No basta con tratar la enfermedad periodontal una sola vez. Como se trata de una condición crónica, el seguimiento profesional es clave para controlar su evolución y evitar daños irreversibles. Aquí te detallamos las principales razones para mantener un programa de mantenimiento activo:

Prevención de la enfermedad periodontal

El principal objetivo del mantenimiento es evitar que la enfermedad regrese o avance. Durante las visitas, el especialista elimina la placa y el sarro acumulados, principales desencadenantes de inflamación e infección en las encías. Esto ayuda a mantener los tejidos sanos y estables.

Detección temprana de problemas

Durante las sesiones de mantenimiento, el profesional evalúa signos tempranos de complicaciones, como bolsas periodontales, sangrado, recesión gingival o pérdida ósea. Detectar estos problemas a tiempo permite intervenir de forma menos invasiva y más efectiva, reduciendo los riesgos para el paciente.

Mantenimiento de la salud general

Estudios han demostrado que la salud bucal está directamente relacionada con la salud sistémica. Las infecciones periodontales pueden incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes mal controlada y complicaciones en el embarazo. Por eso, controlar la periodontitis es también proteger el resto del cuerpo.

Estabilidad de los tratamientos

Si has recibido tratamientos como raspado y alisado radicular o cirugía periodontal, los mantenimientos son esenciales para conservar los resultados a largo plazo. Sin este seguimiento, es común que la enfermedad reaparezca, afectando nuevamente el soporte de los dientes.

Higiene bucal óptima

Aunque sigas una buena rutina de higiene oral en casa, siempre habrá zonas difíciles de limpiar. El mantenimiento periodontal incluye limpiezas profesionales que eliminan restos de placa y sarro, mejorando no solo la salud de las encías, sino también la frescura del aliento y la estética dental.

Protección de la estructura dental

En etapas avanzadas, la periodontitis puede destruir el hueso que sostiene los dientes, provocando movilidad y pérdida dental. El seguimiento profesional ayuda a preservar esta estructura, manteniendo los dientes naturales durante más tiempo y evitando tratamientos más complejos como implantes.

¿Cada cuánto hay que hacer un mantenimiento periodontal?

La frecuencia del mantenimiento periodontal varía según el caso de cada paciente. En general, se recomienda realizarlo cada 3 o 4 meses, especialmente en personas que ya han tenido periodontitis o presentan factores de riesgo como tabaquismo, diabetes o predisposición genética.

Esta periodicidad permite intervenir antes de que la placa bacteriana se mineralice en forma de sarro y cause daño a las encías. En algunos casos, el especialista puede ajustar el intervalo según la respuesta del paciente al tratamiento y la estabilidad de sus encías.

Conclusiones

El mantenimiento periodontal no es una opción, sino una necesidad para quienes desean conservar su salud bucal a largo plazo. Va más allá de una simple limpieza: es una estrategia preventiva, diagnóstica y terapéutica que protege tanto la salud oral como la salud general del paciente.

Invertir en un programa de mantenimiento periódico es invertir en calidad de vida. Si has sido tratado por enfermedad periodontal o tienes antecedentes familiares, consulta con tu periodoncista para establecer el plan adecuado y evitar complicaciones futuras.

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